Trump presidente, o el pico descendente en la hoja de sierra

 

Donald Trump será el próximo presidente, el número 45 en la historia de los Estados Unidos de América. Sucederá en el cargo a Barack Obama, el primer presidente negro en más de 200 años de historia de la democracia de este país.

Que Obama fuera el primer presidente negro de los Estados Unidos, en un país en el que el sentimiento racista había tenido tanto peso, supuso un avance que la gran mayoría de la población americana vivió con orgullo y a todas luces consideró como una conquista irrenunciable. Desde este lado del Océano Atlántico, también sentimos que era una gran conquista en derechos y libertades (todo lo que ocurre en el imperio, nos acaba llegando tarde o temprano).

Siguiendo con el razonamiento, supuso un avance en el trato y consideración hacia los sectores de población que más sufren el pensamiento radical excluyente, bien sea por cuestión de raza, género o condición sexual. Que a día de hoy, Trump vuelva a ser el presidente de los Estados Unidos, supondrá con toda probabilidad un retroceso en la consideración de los derechos y libertades para estos sectores de población.

Con el paso del tiempo (la observación y la experiencia) encuentro cada vez más semejanza entre los fenómenos macro y micro. Por ejemplo, en la consulta de psicología clínica, cuando una persona viene porque quiere realizar un cambio en su vida, los avances se producen siguiendo un patrón que parece que siempre se repite: los procesos de cambio nunca ocurren de manera lineal. El cambio se produce en forma de dientes de sierra ascendente, en el que el avance se produce con varios pasos hacia delante y alguno hacia atrás. Estos cambios siempre conllevan una perdida de intensidad del pensamiento radical y de los patrones de conducta rígidos.

Esta suerte de avances y retrocesos me recuerda el fenómeno social que estamos viviendo en occidente. En Europa están en auge los movimientos populistas que tienden hacia el nacionalismo, hacia el levantamiento de muros y barreras, al retroceso en derechos y libertades. Es decir, tendencia hacia un pensamiento y vivencia más radicalizada, con pérdida de derechos y libertades adquiridos. En España, los años de crisis parece que han sido también una buena excusa para este retroceso. Y en Estados Unidos el fenómeno Trump parece ir en la misma dirección.

Nos toca vivir tiempos de retroceso, hacia la coraza y los muros, hacia el pensamiento radical… “El pico descendente en la hoja de sierra”

 

 

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